miércoles, 12 de septiembre de 2012

Agustín Delgado: poeta de caminos y silencios









Otra vez más
Agustín Delgado



Siempre quedan los papeles llenos de metralla
encima de alguna mesa.
Pero más triste es morirse de hambre
y sin chaqueta y lejos de la patria.

Por eso hoy, Antonio Machado,
rasgo todos los versos,
todos los discursos de después de la comida
y me quedo en mi cuarto
mirando hacia afuera, mientras sigue la lluvia.

Por eso y porque es febrero,
tantas veces cuajado de nieve
pero tan pocas de copos de libertad.

Y porque el Volga
se deshiela a estas horas y en el Mediterráneo
llamean las aguas que te vieron morir.

Y también
por los dos versos
que encontraron en tu bolsillo y que dicen:
“estos días azules
y este sol de la infancia”.

Por sobre todo, padre mío,
porque estoy desnudo como los hijos de la mar.

.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Con un poco de oído musical se advierte enseguida que los dos versos de Machado que cita el poema constituyan realmente uno solo, alejandrino. Son dos hemistiquios de un solo verso de 14 sílabas.