jueves, 12 de julio de 2012

Vestido con plumas ajenas





EL 
SUEÑO DEL VIOLINISTA

Ramón Gómez de la Serna

Siempre había sido el sueño del gran violinista tocar debajo del agua para que se oyese arriba, creando los nenúfares musicales.
En el jardín abandonado y silente y sobre las aguas verdes, como una sombra en el agua, se oyeron unos compases de algo muy melancólico que se podía haber llamado "La alegría de morir", y después de un último "glu glu" salió flotante el violín como un barco de los niños que comenzó a bogar desorientado.

1 comentario:

Beatriz Basenji dijo...

Adorable Gomez de la Serna.Ya,para pretender tocar bajo el agua,ya estamos mas allá de la Música.No me imagino un Stradivarius bajo el agua.Ni un Gurnieri.Ningun violín resistiría la convivencia acuática.Como todos saben,los violines son los seres más celosos de la Creación.Quieren estar siempre en los brazos de los violinistas,y no solo eso,pretenden que ellos sean virtuosos,excelentes,únicos.Cordiales saludos.