Estaba continuamente preocupada. Se le notaba a la legua que era madre primeriza por la angustia que ponía en cada gesto:
-¡Ay, por Dios, que el niño llora!; ¡Ay, por Dios, que no se duerme!; ¡Ay, por Dios, que no me mira!"
O sea, todo el día en una continua cantinela de "ay, por Dios".
Cuando vio que el niño no engordaba, la cantinela se volvió un sin vivir.
Bajó a la capital y cuando el médico le preguntó qué tal mamaba y si cogía bien el pecho, contestó sin pensarlo ni un momento:
- Si, señor, si; como un hombre.
Y es que, en realidad, hay cosas en las que, al parecer, los hombres son maestros. O, al menos, les pierde la querencia.Que, si vas a ver, tampoco es para tanto.
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12 comentarios:
Como un hombre. Joer con el niño... o con la madre...
Así son las cosas, Ricardo, en este reino milenario. Tú lo sabes.
Saludos
A saber el referente de hombre que tenía esta mujer, "el agarrarse que tenía" digo.
Buena semana.
Muy curioso.
El cuento no dice nada sobre "l referente de hombre" es lo bueno que tienen los cuentos: que dejan el 80% a la interpretación del lector cómplice, como diría el maestro Pereira.
Saludos
Desde que venimos al mundo temos esa querencia por amorrarnos a un pecho y en la mayoria de los casos es afición esta que nos engorda poco, aunque a esas edades se nos suele lucir mas que al niño de tu cuento.
Un saludo
Apreciado Francisco:
Sigo fascinado con la breve contundencia de tus cuentos... lo mejor es que generan debate interior en mi mente desjuiciada. Un verdadero deleite.
Saludos
Kapizán
Amigo Moncho. La querencia nos acompaña siempre y es que somos como niños. Ya lo dice el chascarrillo malintencionado: "Los hombres se diferencian de los plátanos en que nunca llegan a madurar.
Y que sea por muchos años.
Saludos
Amigo Kapi (Argos II) muchas gracias por tus elogios, siempre tan cariñosos
Saludos
Sigo el blog desde hace tiempo, el otro dia me enteré por el facebook de que una de mis amigas también lo hace. Los frikis estamos contados, suele decir ella.
En cualquier caso sólo quería decir que felicidades, el reino mengua pero parece que el blog nació en luna creciente y me alegro porque me gusta y me divierte. Saludos :)
Gracias Almaire por tu visita y por el comentario. He pasado inmediatamente (por cotillear, más que nada) por tu territorio de Hatunia y me ha encantado
Saludos
Anda con el pequeñin, gracias por compartir tus crónicas.
Un placer seguirte.
Saludos, Irma.-
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