jueves, 29 de noviembre de 2007

Educando a Tarzán (6)

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LOS ESCRÚPULOS DEL CONVERSO.

Desde que habían llegado los Misioneros Combonianos a la selva y se habían tomado con un fervor y una perseverancia envidiables la árdua tarea de convertir a la verdadera fe a Tarzán, cosa que, al parecer, y con la gracia de Dios, ya casi habían logrado, el pequeño mono pelón se veía atacado con frecuencia por repentinos escrúpulos de conciencia y, aunque últimamente parecía haber olvidado las enseñanzas y consejos de su vieja maestra, la mona Chita, le preguntó esta tarde mientras buscaban fresas salvajes:

-Dime, Chita, para tí ¿qué es mayor pecado: la ignorancia o la indiferencia?.

Y Chita, displicente, como despreciando toda esta nueva morralla moralista, contestó, mientras seguía en la rebusca:

- Mira, Tarzán: ni lo sé ni me importa.


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