Pequeñas historias de un reino que dicen que existió por estos valles cuando los osos cazaban a los reyes en justa represalia a sus ballestas y que, tras largos y gloriosos años de rencillas cazurras entre hermanos, cuchilladas certeras entre abades y fieros mordiscos silenciosos y canallas se ha ido acurrucando entre aquello que queda de dos rios y donde sueña enfebrecido, todavía, agitando la bandera, algún caudillo.
jueves, 27 de noviembre de 2014
Acuse de recibo
Lo cuentan de Groucho Marx y lo mismo he leído esta mañana en un cuento de Pereira. En Groucho se trata de una crítica literaria al libro recibido de alguien que pretende entrar en el parnaso del humor. En Pereira, el mordisco envenenado de un fraile postinero y afamado "en aquel tiempo" al canónigo provinciano que osa criticar sus teorías:
- "He recibido su libro. En mi vida me había reído tanto. Ya le diré mi opinión cuando lo lea".
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