
Es muy difícil deshacer en un momento toda una vida de huida y fingimiento. Fueron treinta años emboscado tras la máscara de algún otro cuya cara no le correspondía.
Cuando, al fin, quiso volver atrás y liberarse de toda aquella impostura descubrió, con espanto, que allí, en el espejo, al arrancarse la máscara, sólo quedaba, flotando, su nuca.
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