Pequeñas historias de un reino que dicen que existió por estos valles cuando los osos cazaban a los reyes en justa represalia a sus ballestas y que, tras largos y gloriosos años de rencillas cazurras entre hermanos, cuchilladas certeras entre abades y fieros mordiscos silenciosos y canallas se ha ido acurrucando entre aquello que queda de dos rios y donde sueña enfebrecido, todavía, agitando la bandera, algún caudillo.
sábado, 16 de junio de 2012
Accidente doméstico
Ya lo dijo, por entonces, si recuerdas, Melquiades, el gitano de barba montaraz y manos de gorrión, cuando vino a Macondo con sus fierros imantados:
"las cosas tienen vida propia. Todo es cuestión de despertarles el ánima"
También en esto tuvo razón, como siempre; y ahora lo atestigua lo ocurrido con Antonio.
Antonio Valladares, soltero, de 42 años, apareció muerto por asfixia esta mañana, a causa, al parecer, del humo producido en su apartamento por un cortocircuito.
El enchufe del televisor, con un chispazo, produjo el fuego en las cortinas.
Un accidente casual, como otros tantos, a no ser por el inquietante mensaje que parpadeaba todavía en la página inicial del teletexto de la tele de plasma de la sala:
"Tuve que hacerlo. Hacía quince días por lo menos que, con la excusa de que quería desintoxicarse, el muy cabrón, ni siquiera me encendía".
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