Si va el marido y te deja
y, por salir adelante,
te metes a pordiosera,
no dejes que te levante
un mono robacarteras
los beneficios del arte.
Pide al Niño, con fe ciega,
y verás que mona quedas.
Que vale más un buen mono
que tres maridos de antes.
Cuando me dejó mi marido me convertí en pordiosera y tuve la mala suerte de que un chango carterista me robara las limosnas. Le pedí su ayuda al Niño de Atocha y gracias a él el chango ratero y yo ahora somos socios y comparte su ganancia conmigo. Me visto muy bien y hasta me sobra para dejarle al Niño ofrendas en su camarita. Fresnillo, 21/2/59.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario