Pequeñas historias de un reino que dicen que existió por estos valles cuando los osos cazaban a los reyes en justa represalia a sus ballestas y que, tras largos y gloriosos años de rencillas cazurras entre hermanos, cuchilladas certeras entre abades y fieros mordiscos silenciosos y canallas se ha ido acurrucando entre aquello que queda de dos rios y donde sueña enfebrecido, todavía, agitando la bandera, algún caudillo.
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5 comentarios:
Que mala leche! jajaaja "tienes".
Que siga resistiendo y pruebe con otras frutas.
Saludos.
Hablamos de manzanas, Irma; no de leche. Saludos
Adrián, que yo sepa, así lo hizo. Saludos
No se puede decir más en menos líneas.
Solo que nosotros, los varones, seguimos dispuestos a comernos sus manzanas.
Un saludo.
La nuestra, sewguramente, Luis Ángel, es una dieta de otro estilo.
Saludos
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