Pequeñas historias de un reino que dicen que existió por estos valles cuando los osos cazaban a los reyes en justa represalia a sus ballestas y que, tras largos y gloriosos años de rencillas cazurras entre hermanos, cuchilladas certeras entre abades y fieros mordiscos silenciosos y canallas se ha ido acurrucando entre aquello que queda de dos rios y donde sueña enfebrecido, todavía, agitando la bandera, algún caudillo.
sábado, 30 de octubre de 2010
Marcelino Camacho
.
Ahora que el sindicato
es cosa de funcionarios
entre moqueta y despacho
¡Qué urgente y necesario
tu testimonio callado
de exilio y cárcel
amigo Marcelino,
compañero Camacho.
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