martes, 31 de agosto de 2010

Contando bajo la lluvia



La cosa es que existió un lugar en la red, llamado "Sólo cuentos", alojado en eso que ha venido en llamarse una "red social" de cuyo nombre no quiero acordarme.

Y resulta que los propietarios de aquella red querían hacer dinero cuando los que allí nos encontrábamos sólo queríamos contar historias, como en un filandón recreado.

Como resulta que no queríamos que nadie nos tapara la boca con dinero decidimos abrir un nuevo blog colectivo donde el que quiera pueda seguir colgando sus cuentos y relatos.

Puedes ver http://contandobajolalluvia.blogspot.com

A mí, en particular, siempre me han gustado estas aventuras colectivas

Parece que  pueden participar hasta 100 autores.  Si quieres ser uno más, manda un correo a panchoflecha@gmail.com
y, mientras haya sitio, te haremos un hueco al lado del brasero.

Ya veremos como funciona la cosa.  Es siempre el riesgo de las cosas que empiezan

Y, si sólo quieres leer,  también tienes tu silla. Pasa cuando quieras.

Este blog, de todos modos, seguirá también, mientras el cuerpo aguante.

Salud


6 comentarios:

joana dijo...

Eso tiene muy buena pinta!.
Me reservo,con tu permiso y desde ya, una silla para "escucharos".
¡Larga vida a los cuentos!...y a los cuentistas, por supuesto.

Francisco Flecha dijo...

Ya sabes, joana, que allí y aquí siempre eres bienvenida.
Un abrazo

Juan Campal dijo...

¡Oiga, don Francisco! Que digo yo que si quedará una banqueta, aun coja que esté, para este amigo de la escritura. Que si es que sí, me la ponga para atrás por aquello de las timideces y pericias. Que si es que no, que me cuente de oyente, pero junto a la ventana, que es que fumo.
¡Ah! Y que se le quiere, que me lo dice el corazón... y la cabeza.

Francisco Flecha dijo...

Queridísimo amigo Juan Campal, "dimidium animae meae" (como decían los antiguos y que traduzco porque como ya no se dice la misa en latín... o sea, en leonés, "mitad de mi alma"), de mil amores tendrás aquí una buena silla con cojín, por si la velada se alarga
Un abrazo

Juan Campal dijo...

Que digo yo don Francisco, que si la cosa se alarga también estaría correcto tener algo de alcohol disponible. Más que nada por la conservación del ánimo, que si no igual le da por entrar en decaimientos extraños.
Se le quiere,
Juan

Francisco Flecha dijo...

Amigo Don Juan:
Esta cosa del filandón está un poco idealizado.
En su origen, como sabes, la gentes de estos pueblos de montaña se reunían en una sola cocina para ahorrar luz y leña, con lo que convenía venir cenados y bebidos de casa, por no provocar gastos.

Pero aquí siempre habrá una botellita de orujo con su escalerita de madera flotando en su interior y con una pajita en el corcho para no pasarse en la ración, que la vida se está poniendo medio mala.

Salud y saludos