"La lucha por la libertad de expresión comienza, según creo, pidiendo que me dejen decir lo que pienso y creo.
Se fortalece cuando no provoca grandes crisis el que yo pueda hacer broma de lo que otros creen.
Llega a la madurez cuando soy capaz de reírme de lo que creo.
Pero sólo se convierte en heroísmo cuando consiento y acepto que otros se rían de mis creencias"