martes, 3 de febrero de 2015

El silencio cobarde de la nieve

Fotografía de Charo Acera



Y llovió, por fin, a cántaros
como habíamos esperado
¡Tiempo cruel 
en que solo nos quedaba la esperanza
y la poesia necesaria!

Y llovió, por fin, a cántaros.

Y salimos a la calle 
entre risas, 
paseándonos a cuerpo,
 repitiendo nuestros nombres, 
rescatando los nombres del olvido, 
...olvidando...

y a fuerza de olvidar,
olvidando,
nos cubrió, como un manto
el silencio cobarde
de la nieve
en los tejados

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