Fotografía de Charo Acera
Y llovió, por fin, a cántaros
como habíamos esperado
¡Tiempo cruel
en que solo nos quedaba la esperanza
y la poesia necesaria!
Y llovió, por fin, a cántaros.
Y salimos a la calle
entre risas,
paseándonos a cuerpo,
repitiendo nuestros nombres,
rescatando los nombres del olvido,
...olvidando...
y a fuerza de olvidar,
olvidando,
nos cubrió, como un manto
el silencio cobarde
de la nieve
en los tejados
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