El santo niño de Atocha
mira tú si es milagroso
que en casos bien apurados
o de profundos agobios,
si se lo pides con fe,
es capaz de hacerte socio
hasta de changos rateros
que te cuiden el negocio.
Quien sabrá si esta es la causa
de que hoy estén encerrados
alcaldes y presidentes
por amañar los contratos
y pensar que una difunta
se lo haya pedido al santo.
1 comentario:
Nada nuevo bajo el sol aunque las formas sean diferentes.
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