jueves, 10 de enero de 2013

Vestido con plumas ajenas







Los aparecidos
Fermín López Costero

Con frecuencia, pero también cuando menos lo espero, se me aparecen mis padres. Tras el susto inicial, el miedo va dejando paso a un sentimiento de impotencia y de rabia, porque, por más empeño que pongo, nunca consigo comunicarme con ellos. Me gustaría decirles, sobre todo, que los echo mucho de menos, que me cuesta asumir que aquel desgraciado accidente me haya privado de su compañía.
Luego, cuando desaparecen, me quedo durante horas muy triste, abrazado a las flores que amorosamente han depositado sobre mi lápida.

.

1 comentario:

Beatriz Basenji dijo...

Los Aparecidos, de Fermín Lopez: UN diamante perfecto. Cordiales saludos.