martes, 6 de noviembre de 2007

División del trabajo


Donaciano estaba realmente orgulloso de haber sacado adelante a sus cinco hijos con el sueldo (escaso, todo hay que decirlo) de peón caminero dependiente de la Diputación Provincial y con la encomienda de mantener límpias cunetas y alcantarillas entre Villamandos y Villaquejida.

Cuando alguien le preguntaba por el asunto, respondía orgulloso y satisfecho que los dos chicos mayores estaban en Barcelona y los otros dos, trabajando en las obras en León.

-¿Y la chica?
- No. A la chica la gastamos en casa.

Y es que así va la división del trabajo en este reino milenario.