No es malo que los demonios
sean guarros y descarados
y que asalten las bodegas,
sino que sean colorados,
pues la gente, que es muy mala,
creen que esto les ha pasado
por rojos empedernidos,
comunistas descarriados,
que no hacen caso de cruces
ni de rezos de rosarios
y que, ya ves tú por dónde,
sólo temen a los gatos
Unos demonios chocarreros se metían a mi bodega y se comían las frutas y las mermeladas y dejaban todo tirado y con olor a azufre. Y de nada servía echarles agua bendita o ponerles cruces. Pero sucedió que mi hermano me regaló un gatito y como todos saben a los demonios les asustan los gatos y gracias a N. S. de San Juan los diablos ya no regresaron nunca.
.
1 comentario:
Pa mi que los tales diablos eran ratoncillos coloráos! Que son mú pero que mú glotones, pero no comen vidrio!En buena hora disfrutes tus mermelás y de cuando en cuando tira un potecito pal vecino!
Publicar un comentario